Óxido de zinc: ¿resuelve un problema y crea otro?
Desde hace tiempo, el óxido de zinc (ZnO) en dosis farmacológicas es conocido en la industria porcina como una manera eficaz de prevenir la diarrea post-destete (DPD) y de controlar las infecciones por E. coli en la transición al destete, una de las etapas más críticas de la vida del cerdo.
Aunque el ZnO controla eficazmente la diarrea posdestete, el impacto medioambiental de la liberacion del ZnO en el suelo y en los cursos de agua circundantes ha planteado importantes preguntas en relación con la sostenibilidad de su uso generalizado. A partir de junio de 2022, el ZnO solo estará autorizado como aditivo para piensos con un límite legal total de 150 ppm de Zn. Para trabajar en una producción libre de ZnO, se suspenderán los tratamientos prescritos por los veterinarios que contengan altas dosis de ZnO (2.000 ppm o más).